Stealth

En la historia del cine hay películas buenas, malas, pésimas y Stealth, una aventura absurda sobre un tema que intenta ser interesante, como el del armamentismo y la tecnología bélica.

Llega a las pantallas de cine la peor película de este año hasta ahora, se llama Stealth, trata sobre un afroamericano que viaja por el mundo conquistando chicas que no saben hablar inglés, a un blanco que está enamorado de su compañera también piloto y que no se atreve a decírselo, y de una guapísima mujer (Jessica Biel, yum), que es una experta en lo que hace y que tiene buenas relaciones (se supone que por eso llegó ahí, no por su conocimiento, lo cual causará escozor en las feministas).

A estos pilotos se les mostrará un nuevo avión, para el cual ya no será necesario su presencia puesto que este es automático, y ridículamente hasta baja canciones de Internet y que además logra desarrollar sentimientos.

La película está llena de clichés: los norcoreanos son malos malos, hasta los niños pobres; los rusos son buenos, pero si se ponen chocantes hay que derribarlos también; y todos los árabes son terroristas. Los norteamericanos pueden tirar bombas en cualquier país sin que pase nada. Para acabarla de amolar, el negro siempre se muere en las películas de acción.

Por lo menos la película está algo entretenida pero ni eso salva la trama; al principio comienza como una película de drama político, después es una persecución improbable de terroristas (al avión es tan bueno que hasta ve las huellas digitales de los malosos a kilómetros de distancia, la computadora haría palidecer al mismísimo Deep Blue de IBM), y termina en una misión de rescate donde se nota la mala puntería coreana.

En fin, esta mezcla de Top Gun, Firefox, Juegos de Guerra, Rambo y Lágrimas del Sol, dirigida por Rob Cohen (el mismo de Rápido y Furioso) haría caer sobre Jamie Foxx la maldición de Cuba Gooding Jr. quien después de haber ganado un Oscar siguió haciendo películas malas.