domingo, febrero 18, 2007

Africa, otra 'negra' historia

“Qué bueno que en Sierra Leona no hay petróleo, si no estaríamos peor”, estas líneas resumen a grandes rasgos al filme “Diamante de Sangre”, dirigida Edward Zwick (El Último Samurai).

“Diamante de Sangre” es la historia de Danny Archer (Leonardo DiCaprio), un ex mercenario de Zimbabwe originario de Sudáfrica, que se encuentra a un pescador en una cárcel de Liberia, Solomon Vandy (Djimon Hounsou, Amistad, Gladiador), un pescador de la tribu Mende, de Sierra Leona, un país africano fronterizo de Liberia.

Resulta que Solomon vive en un pequeño pueblo con su familia, sin embargo, luego aparecen unos guerrilleros y desatan una matanza en el lugar, capturándolo como esclavo mientras su familia huye como refugiada, lo que ha pasado en aquel continente desde siempre. O sea, la historia negra del Africa desde que llegaron los europeos en el siglo XVIII, los estragos del colonialismo pues.

Lo que causa todo este embrollo son esas piedras que llaman la atención de muchas mujeres, que mientras más grandes y con color son más caras, y que como dice el filme, muchas de las personas que son víctimas de las matanzas en África si siquiera han visto: los diamantes.

Bueno, este tema de los diamantes se puede ampliar a otros problemas que causan estragos ecológicos y humanos que causan cualquier cosa brillante o con alto valor monetario, también ha sucedido con otros materiales, como el oro, las especies, las maderas preciosas y el petróleo (qué bueno que en Tabasco no hay diamantes, si no estaríamos peor).

La historia se desarrolla a finales de los 90 del siglo pasado en Sierra Leona, cuando los diamantes eran utilizados por ambos bandos para obtener armas. Aquí el filme (por que de eso estamos hablando del filme) trata los eventos con crudeza, aunque si fuera fiel a la historia verdadera sería un filme de terror.

Aquí trata de los diamantes de conflicto, es decir, los que provienen de zonas donde hay guerras, y que, aunque su comercio representaba el 4% del comercio mundial (ahora aseguran que sólo es el 1 por ciento) causó millones de muertes.

Asimismo, se tratan otros como el de los millones de refugiados que hay en aquel continente, y que como dicen en el filme, es un tema que dura sólo un minuto y los pasan en las noticias entre el reporte del clima y los espectáculos.

En el filme también sale una periodista Maddy Bowen (Jennifer Connelly), quien ayuda a Solomon y a Danny, y que ha viajado por varios países en conflicto; ella se plantea si sirve de algo solo hablar sobre el dolor humano sin dar nombres o fechas, pero yo creo que sí sirve, si no para cambiar al mundo, cuando menos para tomar conciencia de lo que sucede. Por eso creo que hay que ver más este tipo de filmes, que aunque tienen mucha sangre y son violentos, nos hacen pensar, y tal vez, actuar.

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