jueves, octubre 13, 2005

Closer (Atrapados por el deseo)

Ganadora de dos premios Golden Globe a los actores secundarios (Natalie Portman y Clive Owen), Closer es una película original porque se atreve a decir cosas que no se hablan comúnmente sobre las relaciones de pareja.

Inicia cuando dos extraños caminan en una calle llena de gente, cruzan sus miradas, se van acercando, el se le queda viendo a ella, ella le sonríe, cada vez más cerca, y de pronto, zas, un coche, la atropella, y el corre a ayudarla, así de improviso y contundente ocurre la acción en Closer, la última película del cineasta Mike Nichols.

Nichols es ya un director veterano, aunque no es muy prolífico, dentro de sus obras más conocidas, está El Graduado con Dustin Hoffman y antes de ser director de cine, hizo su carrera en el teatro. Closer está basada en una obra de teatro adaptada por el autor mismo, Patrick Marber.

La película está protagonizada y actuada muy bien por Natalie Portman, la princesa Amidala de Star Wars; Jude Law, quien este año participó en varias películas; Julia Roberts, por todos conocida; y por Clive Owen (Rey Arturo), un inglés poco conocido, pero quien pronto seguirá dando de que hablar.

Closer trata relaciones de parejas, no tanto atrapadas por el deseo, como dice el título en español, sino víctimas de las circunstancias y del azar, ya que en las cosas del amor no hay nada escrito, y que este puede llegar o irse de pronto, o durar para siempre.

Trata la historia de Dan (Law), un escritor fracasado, que trabaja en una redacción de un periódico haciendo obituarios. Conoce primero a Alice, una joven norteamericana que trabajaba de bailarina exótica, se hace novia de ella, pero tiempo después se enamora de una fotógrafa Anna (Roberts) durante una sesión de fotos, donde la seduce.

Anna lo rechaza al principio, pero después se enreda con él. Al tiempo, que ella anda con un dermatólogo Larry (Owen), quien tiene un “affair” cibernético casi pornográfico con Dan, quien se hace pasar por Anna. Memorable cruza de personajes.

En Closer, las relaciones son impetuosas, ardientes, pero al mismo tiempo, son falsas, destructivas y llenas de pasiones encontradas, y provista de un erotismo, que raya en lo pornográfico. Los personajes son incapaces de llevar una relación amorosa.

Sin embargo, si vas al cine buscando ver escenas de sexo ardiente, no lo encontrarás, sino que en Closer lo erótico se queda a nivel del discurso; no olvidemos que está basada en una obra de teatro. La escena más ardiente en términos visuales es la que ocurre en un strip club, sin desnudos por parte de la actriz principal.

Recomendable solo para adultos maduros, de amplio criterio y que no se intimidan ante el lenguaje fuerte.

1 comentario:

Unknown dijo...

Todos están perfectos, excepto Julia Roberts, de cualquier forma es muy buena película de Scott Rudin, que considero gran productor de seres y pelis.